Nadie quisiera estar en el cuerpo del presidente Abinader: está como la arepa, candela arriba y abajo
Consideramos, que la situación del presidente Luis Abinader, no es la mejor.
Nos imaginamos, que el jefe de Estado, debe estar bastante preocupado, porque casi desde que obtuvo su segundo período, la mayoría de las cosas que hace en su gestión, en vez de verse como un progreso, ha sido un retroceso, ya sea por ineptitud de muchos de sus funcionarios, corruptos, o simplemente, porque ha estado como el dedo malo, que “todo se le pega”.
Cuando el presidente Abinader inaugura una obra, como la Circunvalación de Baní, aplaudida hasta por los más escépticos e incrédulos, pero mira lo que pasa a menos de dos meses: se derrumba y se agrieta un pedazo, y en vez de hablarse de manera positiva, vienen las cosas negativas, “solitas”.
Involucran dos o tres dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) a asuntos de narcotráfico, pero retoña otro por La Romana, que su esposa es diputada.
En ese caso se hablará por mucho tiempo, sin importar que el imputado haya aceptado ser extraditado a Puerto Rico, donde tiene asuntos pendientes con el narcotráfico.
Viene Melissa, y aunque no causa muchos daños, el Gobierno dispone ayudas a algunas provincias. Y vuelven los problemas con el ministro de Agricultura, Limber Cruz, uno de los peores funcionarios del presidente Abinader, y a pesar de las diabluras, sigue “pegao”. Hipólito Mejía tiene fuerza.
Y ahora, viene un apagón general, que, para ser sincero, dio miedo y terror, salir una noche oscuras y acostarse a oscuras, porque en algunas provincias y barrios el servicio energético se reestableció la madrugada de este miércoles. Más de 13 horas en tinieblas. Un pueblo fantasma.
Este día, son muchos los dominicanos que acudieron a sus trabajos trasnochados, con la cara larga, mal humorados y en pésimas condiciones, porque el blackouts, les dio en la madre.
Al presidente Abinader le han pedido hasta la saciedad, que salga de Limber Cruz, ministro de Agricultura, y Celso Marranzini, en las Edes y Punta Catalina, que como si fuera eficiente, tiene dos funciones, y consideramos que no sirve para ninguna.
Presidente Abinader debe tener la cabeza hecha un “problema”, por los tantos problemas, porque los funcionarios de su partido, en la mayoría de los casos, son malos y se involucran en negociaciones no muy claras; mientras la dirigencia está en asuntos de drogas; y los premiados, “allegados”, “arrimistas”, que es posible que ni hayan votado por él en el 2020 y menos en el 2024, le ayudan a hacer el peor gobierno de la historia.
Presidente, le aconsejamos que se cierre en su oficina, un listado de funcionarios, una computadora con impresora, sin teléfono, el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo y una secretaria, y de ahí, sale a convocar a una rueda de prensa, para sin hablar, entregar los nuevos nombramientos con sus sustituciones, botar hasta el gato, a todo el que ha fallado, por lo menos una vez, que se vaya para su casa, y con expediente a tiro de hit para ser investigado por el Ministerio Público.
Si barre en el Gobierno, todavía hay tiempo, es posible que pueda limpiar un poco el nombre de su Gobierno, porque de lo contrario, el 2026 sería muy tarde para ablandar habichuelas.