Abel Martínez lamenta que en plena Semana Santa, RD tenga que enfrentar la falta de agua en Dajabón porque haitianos hayan desviado el río Masacre; afirma hay sensación de que al igual que en Haití no hay Gobierno
Santo Domingo.- El candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Abel Martínez, lamentó que, en pleno inicio de Semana Santa, el país enfrente una situación, que, a su juicio, es altamente preocupante, como es la puesta en funcionamiento en Haití, del canal que desvía el caudal del río Dajabón.
A través de un mensaje publicado en su red social “X” (antiguo Twitter) Martínez, visitó la zona fronteriza de Dajabón, luego que varios medios de comunicación publicaran la información de que el sector ganadero y agropecuario de esa provincia amaneció el miércoles sin agua porque los haitianos la habían desviado desde su canal.
“Esto es ilegal, pues viola el acuerdo firmado por ambos países en 1929. Sabemos que en Haití no hay gobierno y quienes tienen el poder son bandas criminales. La pregunta es: ¿Tenemos, o no, gobierno en República Dominicana?”, se preguntó el candidato presidencial desde el municipio de Dajabón,
Martínez aseguró que la acción es “una grave provocación para los dominicanos, y un gran perjuicio a los productores de Dajabón”.
“Hace meses que este problema debió ir a un arbitraje internacional, pero Luis Abinader no sabe, o no quiere defender los intereses del país. Urge una respuesta contundente, defendiendo la soberanía dominicana y garantizando el apoyo a las comunidades dominicanas de la frontera”, recomendó el candidato presidencial de la oposición.
Martínez realizó un recorrido por la zona fronteriza por Dajabón, compartiendo con productores, quienes le externaron sus preocupaciones sobre el impacto negativo que pueden sufrir las cosechas, si disminuye el acceso al agua, como ocurrió el miércoles.
A más de 24 horas de que los haitianos se hicieran cargo del agua en Dajabón, el Gobierno ha guardado un silencio sepulcral, y en vez de decir algo, envió a los medios de comunicación dos tuberías con sendos chorros de agua, que supuestamente salen de La Vigía, para los productores de la zona, como forma de minimizar y aceptar que cedió el río Masacre a Haití.