Como se esperaba, Dodgers fue demasiado para los Rojos de Cincinnati y los despiden temprano para 2026, ahora esperan entre Cubs y los Padres

LOS ÁNGELES — Mientras el manager Dave Roberts ha trabajado este año en establecer su círculo de confianza en el cuerpo de lanzadores, los abridores de los Dodgers han sido los que más alto han escalado.

Encabezándolos está Yoshinobu Yamamoto, quien se consolidó como el as de la rotación en una dominante segunda temporada.

Con la oportunidad de cerrar la Serie del Comodín de la Liga Nacional y mandar a casa a los Rojos con un triunfo la noche del miércoles, Roberts pudo haber optado por manejar a su cuerpo de pitcheo de forma agresiva. Pero consideró que las probabilidades de ganar eran tan altas como podían ser mientras Yamamoto siguiera en la lomita.

Como lo hizo durante toda la campaña, Yamamoto cumplió. Escapó de manera impresionante en la sexta entrada de un aprieto con las bases llenas y sin outs, luego sacó los dos primeros outs del séptimo inning y salió ovacionado tras realizar la mayor cantidad de lanzamientos de su carrera en MLB, con 113.

“Como abridor, mi trabajo es llegar lo más lejos posible en el juego”, dijo Yamamoto a través de su intérprete Yoshihiro Sonoda. “Y hoy traté de darlo todo allá afuera”.

Una noche después de recibir siete sólidas entradas de Blake Snell, los Dodgers se apoyaron nuevamente en una dominante apertura para imponerse 8-4, avanzar más allá de la Serie del Comodín y eliminar a los Rojos.

Tras barrer en su primera Serie del Comodín desde que se adoptó el formato al mejor de tres en 2022, los campeones defensores de la Serie Mundial entrarán en la siguiente fase de la defensa de su título: la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Filis, que inicia el sábado en el Citizens Bank Park.

“Creo que podemos ganarlo todo. Creo que estamos preparados para hacerlo”, dijo Roberts. “Ciertamente tenemos el pedigrí. Tenemos el hambre. Estamos jugando un gran béisbol. Y, con toda honestidad, no me importa contra quién juguemos. Sólo quiero ser el último equipo de pie”.

Yamamoto puso de pie al público del Dodger Stadium en múltiples ocasiones durante sus 6.2 innings, en los que permitió dos carreras sucias en el primero como resultado de un error de Teóscar Hernández en el jardín derecho. Después de eso, retiró a 13 bateadores consecutivos antes de la sexta entrada, cuando permitió tres imparables seguidos para llenar las bases sin outs.

Si Yamamoto estaba intimidado, no lo mostró. Hizo que Austin Hays roleteara hacia el campocorto Mookie Betts, quien sacó el out en el plato. Luego ponchó a Sal Stewart y a Elly De La Cruz para acabar con la amenaza, dejando escapar un rugido mientras la multitud explotaba de emoción.

La postemporada pasada, Yamamoto mostró por qué los Dodgers le dieron un contrato de 12 años y US$325 millones —el más grande para un lanzador en la historia de Major League Baseball— antes de que lanzara un solo pitcheo en las Mayores. Ahora ha permitido como máximo una carrera limpia en aperturas consecutivas de postemporada, siendo el primer Dodger en hacerlo desde Walker Buehler en 2020.

“Lanzar 110 pitcheos, llegar hasta siete innings, dice mucho de un tipo que no está satisfecho con lo que hicimos el año pasado”, dijo el infielder Miguel Rojas. “Quiere otro. Es un jugador que demuestra que puede hacer este tipo de cosas, y ahora en apenas su segundo año aquí deja claro que no se conforma con un solo anillo. Quiere ganar con esta organización por mucho tiempo, y estoy feliz de jugar detrás de él”.

Al final de la temporada, la rotación se convirtió en la mayor fortaleza de los Dodgers, pero Yamamoto fue la única constante durante el año. Fue el único miembro de la rotación de seis hombres que no se perdió una apertura, liderando al equipo con 173.2 innings y registrando efectividad de 2.49 en 30 salidas.

Aunque, ¿se puede llamar temporada de revelación cuando llegó a las Mayores un año antes como uno de los peloteros más laureados del béisbol?

Yamamoto ha ganado la Serie de Japón, el Clásico Mundial de Béisbol y el oro olímpico. Ha conquistado en tres ocasiones el Premio Eiji Sawamura —el equivalente al Cy Young en la NPB— y también fue tres veces Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico.

Y si sigue lanzando al nivel que mostró este año, podría darle a los Dodgers su mejor oportunidad de convertirse en el primer equipo en un cuarto de siglo en ganar campeonatos consecutivos.