Los Mets juegan a partir de este viernes y hasta el domingo tres partidos de muerte súbita contra los Marlins en Florida

CHICAGO — Pregúntale a quienes rodean a los Mets y dirán que nunca pensaron que estarían en esta posición — no después de presumir del mejor récord de Grandes Ligas hasta el 12 de junio, pero aquí están, con tres partidos por disputar y un boleto a la postemporada en juego.

Para los Mets, el panorama es simple: Si ganan los tres en Miami, estarán en los playoffs. Si ganan dos, probablemente estén en buena posición. Llegan a su última serie de la temporada con 1.0 juego por delante de los Rojos por el último Comodín de la Liga Nacional, y con 2.0 de ventaja sobre los Diamondbacks.

Aunque hay pocas dudas de que los Mets han sido afortunados simplemente por estar en esta posición, lo que importa ahora es lo que viene.

“Sentimos que sólo tenemos que ir allá y hacer lo que hay que hacer”, manifestó el tercera base Brett Baty después de la victoria por 8‑5 del jueves sobre los Cachorros. No podemos pensar en ganar tres juegos, porque tenemos que ganar mañana por la noche. Entonces, vamos allá, vamos a enfocarnos en mañana por la noche y vamos a intentar conseguir una [victoria], y luego ver dónde estamos. Y luego seguir luchando hasta el final de la temporada”.

El mayor desafío para los Mets será descubrir cómo conseguir 27 outs cada noche. Después del abridor novato Brandon Sproat el viernes, los planes de los Mets son fluidos, en gran parte porque agotaron buena parte de su bullpen esta semana en Chicago. Los abridores Clay Holmes y Sean Manaea probablemente jueguen papeles en el partido del sábado, pero los Mets los usaron a ambos por una entrada como relevistas el miércoles.

El bullpen no está en mejor forma. El cerrador puertorriqueño Edwin Díaz ha registrado nueve outs en los últimos tres partidos de los Mets. Tyler Rogers, Brooks Raley, Ryne Stanek y el dominicano Huáscar Brazobán han sido usados intensamente. Y aun así, si los Mets aún necesitan una victoria el domingo, eso seguramente sea una situación de “todos las manos a la obra”, con cualquier número de lanzadores —incluyendo al prospecto número 20 del club, Dylan Ross, quien aún no ha debutado en las Grandes Ligas— preparados para asumir roles de relavancia.

“Les hemos pedido mucho”, dijo el manager de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza. “Vamos a seguir confiando en esos muchachos. Ellos saben dónde estamos y seguirán pidiendo la bola”.

Ayudará si los Mets logran producir al bate en el loanDepot Park como lo hicieron en Chicago, particularmente durante el partido del jueves. Pero Mendoza advirtió que los Mets necesitarán lanzar mejor y jugar una defensa más precisa si quieren avanzar.

Ahora todo está sobre la mesa. No hay más excusas, y los Mets lo entienden. Son tres juegos por toda la temporada.

“Quieres mantenerte vivo”, expresó el campocorto boricua Francisco Lindor. “Estamos en una posición ahora donde controlamos nuestro propio destino, y tenemos que salir a cumplir. Los Marlins nos han jugado bien. Han estado jugando bien, y lo sabemos. Son un equipo de Grandes Ligas, y tenemos que salir ahí y cumplir. No van a regalar nada”.