Carlos Beltrán podría estar en dos meses de llegar a Cooperstown
NUEVA YORK.- Carlos Beltrán, uno de los mejores jardineros centrales de la historia reciente en las Grandes Ligas, podría estar a dos meses de ganarse su lugar en Cooperstown.
Éste es el cuarto año del puertorriqueño Beltrán en la boleta del Salón de la Fama, que fue develada el lunes.
De las docenas de jugadores elegibles, Beltrán es el que regresa con el mayor porcentaje de votos, luego de que el 70.3% del electorado lo apoyara el año pasado. Andruw Jones le sigue con 66.2%, sin que nadie más haya recibido siquiera el 40% de los votos.
Esto coloca a Beltrán en una posición privilegiada para ingresar al Salón este año. Los últimos ocho exaltados a Cooperstown que no lograron la elección en su primera vez en la boleta vieron aumentar su apoyo en un promedio de más del 14% el año en que finalmente lo consiguieron. Para Beltrán, tal incremento parece ser realista y lo colocaría fácilmente por encima del umbral del 75% requerido para la exaltación.
Además, no hay claros inmortales entre los recién llegados a la boleta del 2025-26. Los totales de WAR más altos de ese grupo pertenecen a Cole Hamels (59.0) y Ryan Braun (47.2), ambos con una calificación muy por debajo de la marca de Beltrán (70.0).
En otras palabras, si los escritores eligen a alguien para que sea exaltado al Salón de la Fama en el 2026, es probable que sea Beltrán. El Salón anunciará los resultados finales de la votación el 20 de enero en MLB Network.
Si el nombre de Beltrán no hubiera aparecido en el informe de MLB sobre el escándalo de robo de señas de los Astros en el 2017, podría haber llegado a Cooperstown ya. Pero la mayoría de los votantes elegibles de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) ha estado dispuesto a ignorar la participación de Beltrán, dada su sobresaliente carrera de 20 temporadas en el terreno.
Beltrán, Novato del Año de la Liga Americana en 1999, pasó sus primeras seis campañas y media en Kansas City antes de mudarse a Houston, donde se convirtió en uno de los “alquileres” más exitosos de la historia de la Fecha Límite de Cambios. Después de conectar 23 jonrones y robar 28 bases en 90 juegos de temporada regular con los Astros, Beltrán produjo un OPS de 1.557 en la postemporada para un equipo que se quedó a una victoria de llegar a la Serie Mundial.
Después de esa tremenda actuación en Houston, Beltrán firmó con los Mets con un contrato entonces récord de siete años y US$119 millones. Pasó las siguientes seis campañas y media en Flushing, donde, a pesar de un comienzo lento, compiló una gran parte de la producción de su carrera, disparando 149 cuadrangulares, robando 100 bases e impulsando 559 carreras.
A medida que las lesiones se acumulaban hacia el final del tiempo de Beltrán en Queens, parecía que su carrera estaba terminando. Pero empezó un sorprendente segundo acto después de que los Mets lo canjearon a los Gigantes en la Fecha Límite del 2011, poniendo un OPS de .920 en la recta final de ese año. A partir de ahí, Beltrán jugó con los Cardenales, Yankees, Rangers y Astros, ganando un anillo en Houston en su 20ma y última temporada.
“Estoy satisfecho con mi carrera”, dijo Beltrán después de anunciar su retiro en el 2017. “Puedo verme de vuelta en mi ciudad natal de Manatí [Puerto Rico], caminando hacia el estadio en el que jugaba cuando era niño, tratando de convertirme en un jugador profesional de béisbol. Al ver las cosas que he logrado en el juego, no muchos han logrado eso. El que Dios me haya elegido para ser uno de esos peloteros… soy extremadamente bendecido”.
Poco años después, surgieron informes sobre su participación en el escándalo del robo de señas de los Astros. Beltrán fue el único jugador nombrado en la investigación de MLB sobre lo ocurrido, que lo incluyó entre “un grupo de jugadores” que determinó “que el equipo podía mejorar en la decodificación de las señas de los equipos contrarios y comunicar las señas al bateador”.
Para Beltrán, las consecuencias resultaron en su despido como mánager de los Mets antes de que dirigiera un solo día uniformado. Pasó dos años fuera del béisbol, antes de regresar como comentarista a tiempo parcial y, finalmente, como miembro de la gerencia de los Mets. Hoy sigue siendo asistente especial del presidente del departamento de operaciones de béisbol del equipo de Queens, David Stearns.
Cuando Beltrán fue elegible por primera vez a Cooperstown en el 2023, obtuvo apenas el 46.5% de los votos, notablemente bajo para un jugador de su nivel. Pero su apoyo ha aumentado significativamente en los últimos años, con el 57.1% de los votos en el 2024 y el 70.3% este último año. Un salto similar en enero pondría a Beltrán en Cooperstown, donde se compara favorablemente con muchos de sus contemporáneos. El total de WAR de Beltrán es más alto que el de más de una docena de jardineros centrales que están en el Salón, incluidos Richie Ashburn, Andre Dawson y Larry Doby.