CRD propone solución a la contaminación por vertederos de Santo Domingo y Santiago
En tal sentido, José Aníbal García Vargas, presidente del Consejo de Directores del Consejo Regional de Desarrollo y Luciano Bertozzo, director técnico, recordaron que desde hace más de dos décadas el CRD ha abogado por la búsqueda de soluciones apropiadas a la problemática de la disposición final de los residuos sólidos urbanos.
El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) recomendó tanto a las autoridades locales como al gobierno central asumir las siguientes líneas de acción.
Promover acciones orientadas a educar a la ciudadanía a un consumo responsable, a reducir, rehusar, y reciclar entendido como deber cívico.
Además, a implementar iniciativas legislativas para regular el empaque y la comercialización, promoviendo con incentivos fiscales e impuestos obligando a las empresas al reciclo y reutilizar envases. Prohibir el uso descontrolado de plástico regulando inclusive la producción de envases plásticos (fundas, vasos, empaques…).
Establecer alianzas entre diferentes municipios, la empresa privada y el gobierno central para el establecimiento de rellenos sanitarios y plantas recicladoras de carácter regional o intermunicipal en el marco de una economía de escala y con la aplicación de tecnologías adecuadas.
Asimismo, consolidar una administración pública local moderna que cobre los servicios que brinda, en especial de recogida de residuos sólidos, según el tipo y volumen de los mismos premiándola eficiencia en la clasificación y la disposición adecuada para la recogida.
También, impulsar los rellenos sanitarios, para el aprovechamiento de los gases metanos y de otros tipos que generan los mismos en grandes cantidades y que se usan para la generación de energía
“Nos encontramos frente a una realidad, la de la generación de residuos sólidos, que cada día se va transformando, acelerando su impacto en el territorio, diversificándose en sus causas y en sus consecuencias”, agregaron.
Uno de los elementos que dificultan enfrentar la problemática vinculada a los desechos sólidos es la percepción distorsionada y limitada del problema tanto de parte de la población como de las autoridades.
Afirmaron que en las últimas tres décadas se ha producido un impacto fundamental en relación a la problemática de los residuos sólidos urbanos que están predeterminados por el aumento de la población que desde los 70 se ha casi triplicado, de 4 millones a 11 millones el día de hoy.
De igual forma, el cambio en los hábitos de consumo, determinado por el aumento del ingreso precipita que en 30 años se ha triplicado y de la influencia de los mercados y estilo de consumo del norte.
Además, la industrialización y comercialización por parte de grandes empresas de prácticamente todos los productos básicos (entre las transnacionales).
Informaron que en base a estudios realizados en el Nordeste y el Cibao central del país, se ha demostrado que la producción de residuos sólidos urbanos en algunos casos extremos alcanza niveles de 2 kg por persona (en base a nuestros niveles de ingreso debería ser entre medio kilo y un kilo).
Aseguran que las administraciones municipales no exigen clasificación de los desechos, e igual, por razones clientelares, recolectan desde residuos de la construcción, material de poda, residuos de grandes comercios, pero sin aplicar normas.
“No educan y finalmente tienen problemas tanto en la recolección, pero principalmente en la disposición, normalmente a cielo abierto sin ninguna medida de control. Problemas de carácter técnico, problemas de carácter financiero, y en momentos de carácter político, cuando la situación se escapa de mano (incendios, riesgos de epidemias, mosquitos y otras plagas)”.
Destacan que esta situación produce daño permanente al paisaje a través de vertederos a cielo abierto, contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, contaminación del aire, y finalmente deterioro de la calidad de vida de la población.
“Hay una contaminación que se ve… y otra que no se ve, pero aún más peligrosa. Entre los contaminantes que no vemos están los metales pesados lo cuales pueden acumularse en el organismo humano y generar serios trastornos médicos y la dioxina la cual es cancerígena y se encuentra en el humo de combustión de los residuos.
En ese sentido, advirtieron que ya es hora que las autoridades y la ciudadanía enfrente juntos esta situación, “nos estamos jugando el futuro de nuestro territorio, la posibilidad de tener una vida digna en nuestros pueblos y ciudades”.