La República Dominicana demostró en las pasadas elecciones, un gran civismo, al acudir a las urnas, sufragar en orden, con distanciamiento social y mascarillas en la mayoría de los casos, y aceptar la derrota, los perdedores, por lo menos, en la presidencia de la República, a pocas horas.
La población acudió decidida a las urnas a votar por un partido y un candidato y por esa razón, Luis Abinader, obtuvo el triunfo con un poco más del 52%, suficiente para olvidarse de una segunda vuelta, lo que se trataba de evitar a como de lugar.
Ya las elecciones consumadas, ya los resultados aceptados-orden presidencial-, no cabe más que recomendar que seguir trabajando, porque República Dominicana somos todos.
Hay candidatos a diputados y senadores en pataleo en diferentes provincias, por lo que se espera que muchos casos lleguen al Tribunal Superior Electoral (TSE), quien deberá decidir en los próximos días si hubo o no irregularidades o fraudes.
Los últimos gobiernos hicieron muchas cosas buenas, y de esperarse que otras malas, por lo que esperamos que las nuevas autoridades, continúen afianzando aquellas consideradas buenas, mientras las malas, tratar de enderezarlas y hacerlas bien.
Quiérase o no, República Dominicana ha avanzado en múltiples aspectos, no hay que ser mezquinos para no reconocer que tenemos buenas carreteras, escuelas, hospitales modernos, tecnología de punta, una economía muy estable, a pesar de la situación actual, pero falta mucho por hacer.
Los dominicanos debemos aspirar todos, en la continuidad del Estado, como los países desarrollados, por lo que esperamos que con la visión de Luis Abinader, que debe ser de progreso, continuar con el desarrollo en el transporte, metros y teleféricos, más apartamentos para los pobres, aportes mayores al sector agropecuario, pero jamás descuidar, los que se consideran, que estaban funcionando bien.
Sabemos que Abinader no es Hipólito Mejía, a pesar de que muchos que fueron funcionarios en el Gobierno del hombre de Gurabo, están merodeando por la cercanía de Luis y serán parte de su Gobierno, por lo que debe estar atento a lo que pueda pasar.
Ya pasó la política, pasó la campaña, ya se está en el proceso de transición del Gobierno, por lo que solo hay que decir que a partir del 16 de agosto: a trabajar!!!.