El coronavirus provoca iglesias católicas vacías que suspende todas sus actividades litúrgicas en Puerto Plata
Antonio Heredia
PUERTO PLATA.- Las actividades litúrgicas que son tradicionales durante la Semana Santa fueron suspendidas en la diócesis de Puerto Plata para evitar la aglomeración de fieles y prevenir el contagio y propagación del COVID-19.
Acatando las disposiciones sanitarias de las autoridades, la feligresía católica puertoplateña cumple confinada en sus hogares con los rituales propios de la Semana Santa que arrancaron el Domingo de Ramos con la colocación de ramas de palma y olivo en las puertas o ventanas de las viviendas.
Los días lunes, martes y jueves santo, los fieles congregados en sus residencias recorrieron toda la sarta de cuentas del Santo Rosario, que es un rezo tradicional católico muy popular, el cual conmemora 20 misterios de la vida de Jesucristo y de la Virgen María.
Después de anunciar cada uno de los misterios, recitaban una oración o Padre Nuestro, además rezaban un gloria al Padre, diez Avemarías, pero mayormente efectuaban oraciones a Dios pidiéndole misericordia y sanidad para todo el mundo ante la pandemia del Coronavirus.
El día de Jueves Santo, a través de un mensaje difundido por las redes sociales, los padres Kiwi López, Ronny Silverio, Edward Gilbert, Nelson Rodríguez, Hugo Disla, Cirilo Zarate, Benito Castillo, Jhon Sánchez, Luis Amauris Díaz, Lorenzo Burgos, Junior Lora, Tony Bonilla, Monseñor Francisco Hernández (Franchiche) y el obispo Julio César Corniel Amaro, celebraron la renovación sacerdotal.
Este Viernes Santo al no poder congregarse en la catedral, parroquias y capillas, los miembros de la Iglesia Católica se reúnen en familia sin salir de sus hogares en ayuno y oración, rezan el Rosario en un día de absoluta comunión y donde se habla si es necesario.
Mientras que el Sábado Santo, los católicos portando en las manos crucifijos imploran a la virgen María pidiéndole protección, además a partir de las 7:30 de la noche encienden velas y decoran una cruz con luces de Navidad del año anterior, para colocarlas encendidas en las ventanas.
Ya el domingo de Resurrección, celebran que Jesucristo venció la muerte y en familia oran a Dios agradeciéndole su gran amor y misericordia con la humanidad, realizan un nuevo encendido de velas en el momento para la bendición con el Santísimo