El mánager de Toronto, Charlie Montoyo, listo para enfrentar a Tampa, equipo donde permaneció por 20 años

TAMPA, Florida.- Con la Serie del Comodín de la Liga Americana entre los Azulejos y los Rays desde el martes en el Tropicana Field, varios rostros conocidos tendrán que poner sus amistades en pausa por dos o tres días.

El manager de los Azulejos, el puertorriqueño Charlie Montoyo, pasó casi dos décadas con la organización de los Rays, donde dirigió 2,408 juegos de ligas menores con paradas en cada nivel. Después de ocho temporadas como manager de la filial Triple-A del club, Montoyo se incorporó al cuerpo de instructores de los Rays y en el 2018 estaba laborando como coach de la banca cuando fue contratado por los Azulejos.

Para ser más específico, era el coach de la banca de Kevin Cash. No es como si Montoyo simplemente conociera a algunos de los jugadores de los Rays. A muchos de ellos los ayudó a convertirse en piezas de un profundo y talentoso roster que terminó este año con el mejor récord de la Liga Americana. Esta semana serán rivales, pero Montoyo y Cash tienen una relación especial.

“Sus huellas pueden verse a lo largo de esta organización”, dijo Cash. “Tú no sabes, no sé cuántos años fueron, en una organización dejando un impacto bien grande y positivo. Charlie es una persona especial. Tiene una familia especial. Cuando clasificaron, lo llamé por FaceTime a la 1:30 de la madrugada. Será bien emocionante poder verlo”.

Los juegos contra los Rays siempre han estado marcados con un círculo en el calendario de Montoyo. El juego de ajedrez está en marcha y Montoyo – como Cash—siempre está buscando cualquier ventaja contra su amigo. A Montoyo, de 54 años, le tomó más tiempo conseguir un puesto de manager que Cash, de 42, pero asegura que no pudo haberlo hecho sin él.

“Kevin es una de las razones por las cuales estoy ahora mismo en las Grandes Ligas”, aseguró Montoyo. “Se ha convertido en uno de mis mejores amigos en el béisbol. Cuando yo estaba en el proceso de entrevistas para este trabajo, me llamó dos minutos antes de que me entrevistaran y me dijo que fuese yo mismo. Somos bien cercanos. Sé que él está feliz por mí y ustedes saben que yo estoy feliz por ellos”.

Aunque los Rays fueron uno de los mejores equipos de las Mayores en el 2020, finalizando con récord de 40-20 y bien por encima de los Azulejos (32-28), los duelos entre ambos fueron bien cerrados. Tampa Bay se llevó la serie particular por 6-4, pero Toronto anotó más carreras que su rival (48-44) debido a un par de victorias abultadas.

Los dos dirigentes no van a estar haciéndose tantas bromas en un juego de postemporada, pero claro, nunca es fácil romper con viejos hábitos.

“En cada partido, nos echamos broma uno al otro, esperar por qué hace él y cosas así”, dijo Montoyo. “Nos conocemos muy bien, así que es divertido cada vez que me toca enfrentarlo”.

Lo mismo puede decirse sobre gran parte de la organización de los Rays, por supuesto. Sí, los clubes son rivales divisionales, pero el coach de bateo de Tampa Bay, Chad Mottola, afirmó que ha estado siempre aupando a su viejo amigo y disfrutando del éxito de Montoyo con los Azulejos. El respeto mutuo es grande, añadió Mottola, y ambas partes saben cuándo apretar el botón para pasar de amigos a rivales.

La mayoría de los jugadores de los Rays conoce a Montoyo desde sus días en las menores, mucho antes de que fuese su coach de tercera base o de la banca en Tampa Bay. Los Rays tradicionalmente han tenido un fuerte sistema de liga menor, del que salió el abridor del Juego 1, el zurdo Blake Snell, hace varios años. A nivel de Grandes Ligas, Snell y Montoyo se hicieron más cercanos, y el zurdo todavía mantiene una gran relación con el hijo menor de Montoyo, Alex.

“Yo recuerdo cuando estaba en las menores, la meta antes que nada era jugar para Charlie. Siempre quise jugar para él”, dijo Snell. “Lo respetaba antes de conocerlo y luego cuando lo conocí, nos llevamos de maravilla. Es una tremenda persona, un tremendo ser un humano y un gran coach. Cada vez que veo a Charlie, me pongo muy feliz”.

El dominicano Willy Adames es otro ejemplo, un caso muy parecido a las sólidas relaciones que tiene Montoyo, en buena medida por ser bilingüe, con muchos de los jóvenes latinos que hay en el roster de los Azulejos. Adames, de 25 años, dijo que Montoyo siempre lo trató “como un hijo” cuando estaba subiendo por las menores, y Adames muchas veces se apoyó en el veterano coach para buscar apoyo y consejos.

Kevin Kiermaier, quien jugó para Montoyo en Triple-A Durham durante partes de tres temporadas entre el 2012 y el 2014, ha visto de primera mano cómo Montoyo prepara a sus equipos. Pero como uno de los veteranos de los Rays, tiene una sola meta entre ceja y ceja.

“Estoy seguro de que él va a tener a sus muchachos enfocados y preparados”, contó Kiermaier. “Esos jugadores de Toronto están en muy buenas manos. No podrías pedir una mejor persona para trabajar y estoy bien feliz por él. Es increíble, pero vamos a tratar de derrotarlo, así que vamos a ver si lo podemos hacer”.

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