El gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), podría llegar a su peor momento, si no he llegado ya, por culpa de la delincuencia, los altos costos de la canasta familiar y el tema haitiano.
Hay otros aspectos de la agenda nacional que también afectan al gobierno de Luis Abinader, pero esos tres, son los que mayor ruido hacen en el país.
Sabemos que Abinader no tiene una barita mágica para resolver los problemas nacionales, pero es que, en dos años, ha hecho muy poco para enfrentar y resolver un problema que prometió eliminar a poco tiempo de llegar al poder.
En campaña, el PRM usó la delincuencia como uno de sus temas principales, sin embargo, en los dos primeros años de gestión, en vez de enfrentarlo de inmediato, comenzó a trabajar en la modernización de la Policía Nacional y se olvidó de los delincuentes, quienes, al ser dejados tranquilos, crecían, hacían metástasis como el cáncer, y ahora se ven difíciles de enfrentar y eliminar.
La canasta familiar es el grito en los supermercados, que se le ha llamado de nuevo “la casa del terror”, por los altos precios de los productos de primera necesidad, mientras el tema haitiano, le explota en las manos al gobierno, por un mal manejo publicitario, porque creen que publicando que deportan más haitianos que los pasados gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ganan puntos en el país, lo que es cierto, pero se tiran de enemigos a sus amigos de los Estados Unidos, Canadá y Europa.
El gobierno tiene demasiados puntos abiertos al mismo tiempo, y eso no le conviene, pero tampoco le conviene las metidas de patas de funcionarios, que en vez de hablar desde que ven un micrófono, deben hacer silencio, hasta que pase este maremoto, a ver si pueden sacar el barco, porque de lo contrario, luego sería más difícil evitar que llegue al fondo del precipicio.
Y la oposición se está guardando los cartuchos, no ha tenido que hacer nada para provocar el desplome del gobierno, y de seguro, uno de los principales temas será, los tantos primeros picazos y palazos de obras iniciadas y anunciadas, pero sin colocar ni un block en la mayoría de las provincias del país.
Todo luce indicar que la falta de planificación y los problemas que surgen solos, serán los enemigos inesperados del gobierno de Luis Abinader, en este mandato, que afectaría y afecta, su eventual reelección.