La importancia de una eficiente comunicación y relaciones públicas en un gobierno o empresa privada

Hay gobiernos o corporaciones de empresas privadas, que tienen la comunicación como el principal eje, a sabiendas, que, el crear buena percepción ante la población, les granjea timonear la nave sin muchos sobresaltos.

Esa es la razón por lo que esos gobiernos y empresas, tratan de seleccionar un excelente equipo de prensa; desde asesores hasta el fotógrafo.

Sin embargo, una empresa privada se maneja muy diferente que el gobierno, porque a menos que un tema le explote en las manos y se convierta en un interés de la colectividad, las informaciones las puede manejar de forma codificada; dispone cuando debe o no salir una información a los medios de comunicación.

Un gobierno no. Un gobierno es noticia cada minuto, segundo, hora, día, mes y cada año.

Y si usted no tiene un buen equipo comunicacional desde el gobierno, es difícil sobrevivir un período de cuatro y cinco años, como está estipulado en varios países.

Esa es la razón por la que los presidentes, colocan en prensa del Palacio Nacional, personas conocedoras de la comunicación, que ahora se le llama estratégica.

Aterrizando a República Dominicana, es lamentable decirlo, pero en los gobiernos que menos importancia se les ha dado a lo comunicacional, ha sido en el de Hipólito Mejía, en el período 2000-2004, Danilo Medina, 2012-2020 y ahora, en el de Luis Abinader.

Y no hay que ser un mago o descubrir quien fue primero el huevo o la gallina para darnos cuenta de lo que está pasando.

Hipólito, si mal no recuerdo, tenía a su lado en Palacio, a González Fabra, pura burocracia, y al profesor y poeta, Peralta Romero.

González Fabra estaba completamente desconectado de la realidad periodística, ya no pensaba como periodista de calle, y lo hacía más bien como un inversionista, empresario o ejecutivo, ya veía intrascendente reunirse con un reportero de los que cubrían día a día las incidencias en la casa de Gobierno; mientras Peralta Romero, a pesar de que era profesor de Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), muy bueno como poeta, pero no así como maestro y profesional de la comunicación. “Ni huele ni hiede”, dirían en el campo.

A Hipólito le daba tres pitos, si eran periodistas o no, los designados en las instituciones de su gobierno.

Lo de Hipólito fue tan grande, que un grupo de casi diez relacionistas públicos de su gobierno lo buscaron, se reunieron y les manifestaron las incomodidades que estaban pasando, ya que los ministros y directores, además de sus funciones, eran periodistas, fotógrafos, camarógrafos y hasta choferes.

¿Y saben cuál fue la reacción de Hipólito?

¿Ustedes están cobrando? Preguntó: sí, respondieron los encargados de relaciones públicas

….pues dejen esa vaina así; ahora, si un día dejan de cobrar, vengan donde mí, yo les resuelvo. Todo quedó ahí. Funcionarios, infuncionales.

En los ocho años de Danilo con Marchena en Palacio, creo que fue peor: desbarató la clase periodística y trabajó con gente “enganchada” a través de blogs en cada provincia.

Ahora casi sucede lo mismo que con Hipólito Mejía.

Vamos a chequear quienes dirigen a Prensa desde Palacio.

Milagros Germán, una de las mujeres más exquisitas en la televisión, una de las pocas mujeres que yo me pasaba varias horas viéndola en sus programas, pero como vocera de Palacio no sabe absolutamente nada. Un fracaso total.

Daniel García Archivald, dado a conocer en el espacio La Z-101, en los mejores momentos del Gobierno de la Mañana, junto a don Alvarito Arvelo, y una pléyade de comunicadores y periodistas, en su momento.

García Archivald no piensa como periodista, porque jamás lo ha sido, y si en algún momento se le asoma a la cabeza un pensamiento, sería como comunicador, porque en eso se desempeñó en los últimos años.

Observemos todas las metidas de patas en Comunicaciones desde el Palacio Nacional, son demasiadas, y suerte, que la población no tiene acceso a las notas tal cual la disparan, porque son tantos los errores, que no pareciera que las hacen periodistas.

Para los jefes del Palacio, los periodistas, los que escriben, los que le llevan la historia al televidente y a través de los medios que representan, no significan nada. Para muestra un botón, en menos de dos meses se han reunido con directores de medios en par de ocasiones, con los influencers y con los productores de espacios de televisión y hasta una cena con un periodista español.

Con los periodistas se reunió  la pasada semana, luego de muchas recomendaciones y publicaciones de las precarias situaciones que cubren la fuente del Palacio los periodistas, lo que tampoco es de ahora.

Un periodista no necesita estar cómodo en la fuente que cubre, un periodista no busca confort, un periodista no debe ser acomodado por la fuente.

Si Milagros Germán y García Archivald no se buscan buenos periodistas, técnicos y asesores para que estén juntos, se podría vaticinar un descalabro comunicacional en el gobierno de Luis Abinader.

Todo parecer indicar que las gestiones de Danilo Medina, con Roberto Rodríguez Marchena, y Luis Abinader, con Milagros Germán y Daniel García Archivald, pasarían a la historia, pero como las peores de República Dominicana de los últimos tiempos.

¿Y saben las razones por las cuales renunció el periodista Olivo de León como director de Comunicaciones de Salud Pública?

Porque se cansó de que lo narigonearan desde el Palacio Nacional personas que no saben un ápice de periodismo.

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