La OEA termina auditoría a equipos usaría JCE elecciones municipales de febrero, y determina no hubo sabotaje ni intento de fraude; atribuye problemas al software

Santo Domingo.- La Organización de Estados Americanos (OEA), presentó este martes, la auditoría practicada a los equipos usados por la Junta Central
Electoral (JCE), usados en las fallidos elecciones municipales del pasado 16 de febrero, que terminó posponiéndolas para ser celebradas el 15 de marzo.

Los técnicos de la OEA atribuyeron las fallas a defectos del software de los equipos, ya que un por ciento muy bajo lo tenía en perfectas condiciones.

“La ejecución de un proceso de personalización de urnas carente de un adecuado control de integridad de la información (debido a un defecto del software), es la causa raíz del primer incidente, que desencadenó en una sucesión de acciones e imprecisiones que derivaron finalmente en la suspensión de las elecciones”, destacó la OEA en su informe.

Expresó que el defecto no se detectó durante la fase de prueba, debido a que no se realizó un adecuado testing del software.

“Ya durante la personalización de las urnas, se materializó la falla, puesto que al no contar con el control de integridad, dicho proceso permitió personalizar urnas con la oferta electoral incompleta (no incluía a todos los candidatos). Es por esta razón que el día de las elecciones muchos equipos no contaban con todos los candidatos en el sistema”, precisó.

Sostuvo que no se hizo un control de calidad antes del despliegue, lo que hubiese permitido detectar la falla oportunamente (antes que se enviasen los equipos a los recintos).

Consideró que la no estandarización de las imágenes, coadyuvó a la falla y representa una mala práctica en la gestión de la oferta electoral de procesos con voto electrónico (denominado voto automatizado por la JCE). Informó que la oferta electoral a descargar desde los servidores a las urnas durante la personalización era en algunos casos de gran tamaño en bytes.

“No haber analizado la capacidad de las redes e infraestructura para personalizar el número de urnas previsto (en pocas horas), y el recurrir posteriormente a modalidades no contempladas ni probadas para esta tarea, como el uso de conexiones inalámbricas mediante módems USB, precipitó la falla. La inclusión inicialmente de seis módems 3g afectó a un número menor de urnas y, pese a que no se pudo reproducir la falla durante la auditoría, hay evidencias de que la falta de control de la integridad impidió detectar fallas en la personalización con esta tecnología”, dijo.

Afirmó que permitir posteriormente el uso de una tecnología inalámbrica como módems 4g sin controles previos ni solicitud de soporte al proveedor, existiendo un antecedente de falla en la personalización de las elecciones primarias (que, según la JCE, fue resuelto en dicha oportunidad como se expresa en el hallazgo 6), resultó determinante para la materialización de la falla. “Durante la auditoría, se comprobó un elevado número de personalizaciones incorrectas, fruto del empleo de dicha tecnología; así como también se pudo comprobar la persistencia de la falla reproduciéndola en múltiples ocasiones”, manifestó.

La OEA consideró que si el procedimiento hubiese contado con el control de integridad, el empleo de esa tecnología no hubiese impactado en el resultado de la personalización.

Reconoció que una vez detectada la falla en la oferta electoral, se buscó remediar, lo que fue interrumpida a solicitud de los partidos políticos.

Afirmó que fue un error estratégico estimar que de cinco a siete de la mañana del domingo, día de las elecciones municipales, se podía revisar la oferta electoral del voto automatizado en todo el país y remediar las que estuviesen incorrectas.

“El inicio de la votación con la oferta electoral incorrecta en un grupo importante de colegios electorales demostró una falencia en la comunicación, falta de coordinación del personal a cargo del operativo y una deficiente estrategia de mitigación. Esto configuró una situación insalvable para este grupo importante de mesas que inevitablemente debían anularse posteriormente”, precisó la OEA.

Aseguró que la falla en la mitigación, que ocasionó la incorrecta re-personalización al descargar datos de otro colegio electoral en lugar del esperado, terminó por configurar un escenario de desconcierto en el personal técnico; lo que dijo, culminó en la suspensión de las elecciones.

“Esta falla en la mitigación no fue expuesta a la sociedad, tampoco a los observadores internacionales, ni se incluyó en la relatoría por parte de los técnicos de la JCE. Fue reconocida por el personal técnico de la JCE, luego de que el equipo auditor le comunicase el hallazgo”, informó la OEA.

Aseguró que el limitado porcentaje de colegios electorales que logró iniciar la votación correctamente (sin fallas), sumado a los pocos que pudieron remediar la oferta electoral e iniciar posteriormente, dejó expuesta la incapacidad técnica de mitigar la falla en la totalidad de las urnas ante las situaciones planteadas.

“Pese a frustrarse el consenso con delegados de los partidos políticos, no existe justificación alguna para no haber implementado un protocolo de control de calidad que contemplase el clonado y la personalización de las urnas. Tampoco hay explicación para la inexistencia de un plan de pruebas (testing) adecuado, que pudo haber detectado la falla a tiempo y, así, evitar esta situación inédita para el país”, sostuvo la OEA en su informe.

La comisión de peritos de la OEA, además, recomendó que no sean usados esos equipos en las elecciones presidenciales y congresuales venideras.

“Fueron analizados los antecedentes, logs, registros de auditoría especiales, configuraciones, control perimetral e informes de seguridad. No se hallaron evidencias de ataques externos”, afirmó.

Dijeron en su informe, que una vez concluidas las tareas de auditoría en campo y las entrevistas, se analizaron los resultados obtenidos junto a los indicios y evidencias que surgen de la investigación, pudiendo concluir que no se hallaron indicios de sabotaje.

Aseguró que el tenor de las fallas y el estado en que se presentaba la oferta electoral (incompleta), no es compatible con un intento de fraude, por lo que se descarta tal intencionalidad.

“El diseño, desarrollo, prueba y liberación del sistema de voto automatizado, es facultad del área informática de la Junta Central Electoral, así como la ejecución del proceso de personalización de las urnas (incluyendo los recursos humanos y redes involucradas en el mismo). Tanto la materialización de la falla (producto de un defecto de software), que afectó la integridad y la disponibilidad de la información, como el despliegue de equipos en esas condiciones, es por lo tanto responsabilidad de la Dirección de Informática”, sostuvo.

Informó que existieron otros inconvenientes tecnológicos durante las elecciones municipales, los cuales fueron derivados, en su mayoría de los motivos expresados en los hallazgos, como por ejemplo, la falta de procedimientos de control.

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