Lo malo en mí no importa, es bueno, pero si es en ti, es malo y te hundo. Así piensan los doble moral y los políticos
Tengo un poco más de 25 años ejerciendo el periodismo de forma continua.
He trabajado en los más influyentes medios de comunicación de Santo Domingo, he cubierto las principales fuentes, y he tenido que enfrentar diversos sectores y pelear un espacio, ahora ganado, en base al trabajo, al talento, a mis condiciones humanas y profesionales, pero, sobre todo, mi convección, porque mis verdades, absolutamente nadie me las cambia, y, sobre todo, si puedo demostrarlas.
Por eso en muchas ocasiones, dicen que somos prepotente y arrogante, y hoy lo admito, es verdad, soy el más prepotente y arrogante del mundo, pero solo es con la verdad. La defiendo con uñas y dientes.
Por antigüedad en el servicio, creo lo que es noticia y lo que no lo es, y jamás me aventuro a publicar lo que me llega en las redes. No publicamos en www.armariolibre.com.do, nada que no podemos comprobar luego.
Soy barahonero de los pies a la cabeza, a pesar de los tantos años que no vivo en Barahona. Defiendo a Barahona más que muchos que de una u otra forma se benefician de manera directa e indirecta. Amo a Barahona.
Conozco la idiosincrasia del barahonero. Sé como piensa. Sé lo celosos que son y sé hasta de qué son capaces. No aceptan que nadie penetre a su espacio, aun sabiendo que los puede beneficiar. Aun así, amo a Barahona.
Muchos barahoneros me conocen, me quieren y me respetan, admito que otros no tanto. Hay gente que cree en mí, y por eso, yo estando en cualquier parte del mundo, me llaman para conseguirme informaciones frescas, fuertes y rudas, de esas que se les puede llamar “tumba gobierno”.
¿Saben ustedes las razones?
Sencillo. No soy un mal redactor (periodista), guardo mis fuentes como una tumba, no acepto chantajes, no me vendo al mejor postor y sé reconocer que es noticia y qué es publicidad.
Nosotros publicamos en www.armariolibre.com.do, en primicia, la información del joven del centro María Montez Barahona, y las redes acabaron con quienes llevamos la primicia, pero la acabadera fue mayor cuando publicamos que lo habían destituido menos de dos horas después de la primera publicación.
Sentimos lo que le pasó al joven Joan Manuel Méndez, y creemos que la culpa de que se viera envuelto en esa situación no es suya, sino de la comisión de empleos del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que por sus cualidades, las cuales no conozco, lo recomendó.
La mayoría de los mensajes eran de que el joven Méndez merece una oportunidad, lo que consideramos loable, pero antes de comenzar a trabajar por esa oportunidad, decimos nosotros, debe cumplir la condena de cinco años que tiene pendiente, ya sea estando en la calle, como está, lo que debe aprovechar para seguir preparándose.
Sería bueno que las personas aprendan a defender a los demás, pero defiéndalos con argumentos valederos, y antes de emitir juicios, primero lea la información completa, aunque muchos de los que opinan, tampoco creo que sepan bien leer, porque es lamentable, no saben escribir.
La juventud debe prepararse para el futuro, y para muestra un botón. Al PRM le sobran los mejores puestos en Barahona, porque muy pocos se prepararon y han tenido que llevar gente de otras partes para que ocupen esas vacantes.
Al parecer, los mejores preparados en el PRM es el sector salud y agropecuaria, porque en esos dos sectores tiene muy buenos profesionales, razón por la cual sus incumbentes fueron seleccionados sin problemas, pero en lo demás, están fritos.
Nadie se inventó los diferentes tipos de droga encontrados en el allanamiento en la casa de Joan Manuel Méndez en el 2017 en Barahona, pero tampoco nadie lo obligó a que se metiera en eso, por lo que hoy, en vez de azuzarlo con un respaldo y malos consejos; mejor lo aconsejamos, que cumpla la medida como está establecido en la Ley, y luego que resuelva sus problemas judiciales, bienvenido sea.
Joan, eres joven, puedes reivindicarte, aprovecha el tiempo y te prepárate para que en dos años, enfrentes un mejor futuro para ti y tu familia. No te tuerzas, no te dobles, por fuertes que sean los vientos.