Los Cardenales afirman que Nolan Arenado era la ficha que faltaba en el equipo

SAN LUIS.- Los Cardenales de San Luis han tomado el hábito en años recientes de tapar sus grandes huecos adquiriendo vía canjes a toleteros de renombre que se habían acostumbrado a castigarles.

Hace dos años, cerraron una negociación con los Diamondbacks de Arizona por el primera base Paul Goldschmidt.

Y en este último receso invernal, se trató de una operación tres bandas por el tercera base Nolan Arenado procedente de los Rockies de Colorado.

Ahora, ambos son los ejes de una alineación mucho más peligrosa para complementar una sólida rotación de abridores y uno de los mejores elencos de relevistas en las mayores. Así es cómo San Luis pretende desbancar a los Cachorros de Chicago y al resto en la División Central de la Liga Nacional.

«Yo le he dicho: ‘Que bueno verte en nuestro bando'», comentó el manager de los Cardenales Mike Shildt sobre Arenado, quien batea para .310, con 11 jonrones y 33 impulsadas, en 40 juegos contra San Luis. «Ojalá que no se le olvide que ahora saldrá al terreno como un jugador de los Cardenales».

Arenado, con ocho Guantes de Oro en su colección personal, se suma a una de las mejores formaciones defensivas de las mayores.

La gran interrogante al iniciar la campaña es si la inflamación del hombro ha desaparecido tras lidiar con dolor casi toda la pasada campaña, en la que terminó con su promedio más bajo – .253 con ocho jonrones y 26 impulsadas en 48 juegos.

«Me siento estupendo, listo para darle fuerte», dijo Arenado. «No siento nada».

Tampoco hay quejas por parte de Goldschmidt.

Se recuperó de un tibio debut con San Luis en 2019 con una buena actuación en la temporada abreviada por el COVID-19 el año pasado, y se perfila para proporcionar mejores dividendos esta campaña. Arenado debe brindarle mayor protección en el orden al bate.

«Nolan es uno de los mejores del béisbol. Nos ayudará enormemente», dijo Goldschmidt. «Nos hemos puesto enormes expectativas y Nolan está en lo mismo».

BIENVENIDO OTRA VEZ

Yadier Molina coqueteó con el retiro la pasada temporada, pero decidió regresar a San Luis para su 18va campaña detrás del plato.

¿Y por qué no? El puertorriqueño de 38 años bateó para .262 con cuatro jonrones y 16 impulsadas en 42 juegos la pasada temporada.

El nueve veces All-Star podría recibir más descanso de lo habitual.

Andrew Knizner, un prospecto con buena pinta, ha demostrado en la primavera que está listo para las mayores. Y Tyler Heineman es otro que promete.

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