Los Rays de Tampa continúan volando alto, y sigue invicto con paliza de 11-0 contra los Atléticos
ST. PETERSBURG – Durante años, Kevin Kiermaier solía encabezar las celebraciones de los triunfos de los Rays cantando, rapeando y reconociendo a los contribuyentes clave del juego mientras la música retumbaba en el clubhouse. Han creado nuevas tradiciones esta temporada, con el relevista Ryan Thompson prendiendo la fiesta como animador no oficial antes de que Shane McClanahan y Brandon Lowe encabecen un brindis con tequila en honor de los mejores lanzadores y bateadores del día.
A estas alturas, tienen la rutina bastante perfeccionada.
Nueve encuentros, nueve victorias, nueve celebraciones.
Los invictos Rays siguieron avanzando la tarde del domingo, sellando su tercera barrida con un triunfo 11-0 sobre los Atléticos en el Tropicana Field. Tampa Bay igualó a los Reales del 2003 con la racha ganadora más larga para comenzar una temporada en la Era del Comodín en MLB (desde 1995).
“Cuando ganas”, dijo el colombiano Harold Ramírez, “vas a disfrutar mucho”.
La última racha ganadora abriendo un año más extensa que esta de los Rays fue una de 13 juegos de los Cerveceros en 1987. Solo seis equipos en la historia de la Liga Americana/Liga Nacional han ganado 10 duelos consecutivos para dar inicio a una campaña, un club al que los Rays intentarán unirse la noche del lunes contra los Medias Rojas.
Los Rays, que han superado a sus oponentes 75-18, ya han logrado una de las aperturas de campaña más dominantes en la historia del béisbol. Son el primer equipo desde 1884 con un diferencial de carreras superior a 50 en nueve cotejos, con su marca de más 57 en el tercer lugar de todos los tiempos detrás de los Cafés de San Luis de 1884 (más 78) y los Góticos de Nuevas York (más 63).
Una vez más, los Rays aprovecharon una actuación estelar de su pitcher abridor y un inesperado poder para imponerse con comodidad. Cada una de sus nueve victorias ha sido por al menos cuatro rayitas, la segunda racha de ese tipo más larga en la historia de MLB comenzando un año (detrás de los Cafés de San Luis de 1884, con 13) y la más extensa en cualquier momento de una temporada desde una de 10 de los Yankees de 1939.
“Esencialmente, todo va exactamente como queremos”, dijo Lowe, quien conectó el tercer grand slam de su carrera en la cuarta entrada como parte de una tarde de cinco rayitas impulsadas. “Estamos jugando un béisbol increíble y esperamos seguir así”.
El lanzador derecho Drew Rasmussen continuó abrumando a los bateadores y atacando sin descanso la zona de strike, permitiendo solo un hit y ponchando a ocho en siete entradas. En 13 innings en sus dos primeras aperturas del año, Rasmussen permitió solo tres hits, ponchó a 15, no dio bases por bolas y puso a un solo bateador en conteo de tres bolas.
El manager Kevin Cash dijo que Rasmussen “marcó la pauta” en el final de la serie el domingo, mientras que Rasmussen elogió a la alineación de los Rays por darle mucho espacio para trabajar.
“Simplemente se te abren las cosas. Tienes la oportunidad de atacar la zona de strike un poco más, y un poco más rápido”, dijo Rasmussen. “La forma en que van en este momento es increíble. No puedo decir suficientes cosas buenas”.
“Creo que le debo una cena más adelante este año”, dijo Lowe, sonriendo. “Cuando un muchacho hace eso en una jugada en la que fácilmente podría haberse dado por vencido, energiza a todo el equipo”.
“Estos muchachos están jugando el uno para el otro”, dijo Prieto, “y puedes verlo en las bases”.