Protestas irracionales podrían convertir a RD en país invivible; odian la paz, tranquilidad y el sosiego
En los últimos años, la ciudadanía dominicana ha adoptado una actitud irracional.
Con frecuencia, no importa el lugar que sea, protestamos por todo; no reconocemos nada bueno, pero lo peor del caso, nunca damos soluciones para resolver a lo que nos oponemos.
Protestamos, por protestar. Protestamos porque no llega el agua, pero también porque no se va. Protestamos porque las calles están rotas, pero también porque tienen mucho asfalto.
Ahora, un gran número de personas, cantantes, artistas, intelectuales, profesionales de diversas ramas del saber, así como gente del pueblo, protestan en la Plaza de la Bandera, para que renuncie el pleno de la Junta Central Electoral (JCE).
Y si los magistrados del organismo de elecciones se van, entonces protestarán, porque se fueron y no hicieron las elecciones del 15 de marzo y 17 de mayo.
A caso, se han detenido a pensar esos protestantes, ¿qué pasaría si renuncia el pleno de la JCE?
Es posible que no.
Y si los jueces de la JCE les toman la palabra, y se marchan; ¿ha pensado el gran grupo de personas que se apostan frente el organismo de elecciones, quién organizará los comicios municipales del 15 de marzo, así como presidenciales y congresuales de mayo?
Es posible que no.
Entonces nos preguntamos; ¿qué buscan con las protestas?
Dos cosas.
Buscan un muerto que se le pegue al Gobierno, buscan una inestabilidad social que se vaya al carajo todo lo que se ha logrado, o quisieran ver una guerra civil para comparar a República Dominicana con Haití y otros países de la región que son invivibles.
Si ese grupo de protestantes fuera más sensato, dejaran a la JCE trabajar, llevaran soluciones a los problemas suscitados en las elecciones municipales del 16 de febrero y tuvieran al acecho, para que los miembros del organismo hagan las cosas bien.
Pero no, esos grupúsculos no buscan una estabilidad para República Dominicana, al parecer, odian la paz, la tranquilidad y el sosiego que se vive en el país, en los últimos 30 años.
¿O es que ese mismo grupo, se prepara para que las cosas se hagan como ellos dicen?
¿Habrá que someterse a sus caprichos, dejando de lado la institucionalidad del país en próximos eventos electorales?
Consideramos que no debe ser. A un torneo se va a perder y a ganar. El que perdió, perdió, y el país sigue.
Ese grupo podría estar ensayando para no aceptar los resultados de las elecciones, no importa lo lejos o cerca que sea de Santo Domingo.
Y lo peor del caso, es que hay muchos dominicanos que se dejan llevar como borregos hacia donde diga el capataz del potrero, sin preguntar hacia donde van, ni que se va a hacer.
Si las cosas siguen como van, si no se hace un pare, el futuro de República Dominicana es muy incierto; y en pocos días o meses, podríamos tener una letrina de país, solo por la irracionalidad de un grupo de agitadores, que apuestan el caos y al desorden ante la paz y el bienestar.
Actuemos con sensatez, cordura, con pies de plomo, porque la Patria, nos interesa y nos preocupa a todos.