Robert Pattinson, un superhéroe sin proponérselo
El actor, que alcanzó la fama con la saga Crepúsculo, encarnará a Batman tras triunfar con el cine de autor. Las marcas se lo rifan y ha sido nombrado el hombre más guapo
Se llegó a considerar a sí mismo la víctima de su propio éxito, uno que le llegó con solo 22 años gracias a la famosa saga de Crepúsculo, pero Robert Pattinson (Londres, 34 años) supo salir de ese encasillamiento que le otorgó el papel de vampiro adolescente centrándose en el cine de autor.
Ahora, se ha reconciliado con Hollywood y se viste de súper héroe para encarnar a Batman en la próxima película de Matt Reeves, cuyo rodaje ya ha comenzado y su estreno se prevé para junio de 2021.
Continúa blindando su vida personal y no cierra las puertas de la publicidad, asumiendo el rol de protagonista en las campañas de Dior, marca de la que es embajador desde hace siete años.
Robert Pattinson sabía desde pequeño que quería ser actor, y su familia lo apoyó en su elección. Creció en Londres en un ambiente adinerado, entre sus pasiones estaba la literatura y la música y solía frecuentar teatros y cines. Cinéfilo declarado, su película favorita es la oscarizada Alguien voló sobre el nido del cuco, del cineasta Miloš Forman y protagonizada por Jack Nicholson.
A los 15 años, se unió a una compañía de teatro. A los 17, un agente lo vio y le consiguió dos películas para televisión. A los 19, participó en la cuarta película de las aventuras de Harry Potter. Y, tres años después, llegó Crepúsculo, su auténtica ventana al éxito que ni él ni los productores de la cinta esperaban.
“Nunca imaginé que esta saga se convertiría en un éxito…nadie pensó el tsunami que se originó…”, ha admitido el actor en una reciente entrevista con Paris Match.Un éxito, y fortuna —llegó a estar entre los actores mejor pagados del mundo en esos años—, que vino de la mano de otras preocupaciones, como la fama excesiva, la persecución de los paparazis y la presión de sentirse observado con lupa en cada uno de sus movimientos.
“Estuve seis años sin ir a comprar a un supermercado”, reconocía. También se vio obligado a luchar para no encasillarse en el eterno papel de Edward Cullen.
“Tal éxito puede encerrarte en una prisión dorada para siempre, y es difícil deshacerse de una imagen, volverse creíble después de tal papel”, ha explicado en su entrevista. “Tenía que pensar en elegir mis futuros papeles con mucho cuidado”, añade. Un cambio que llegó después de 2012, tras la quinta y última entrega de la saga.
Desde entonces, y siempre bajo su eterna fachada de introvertido que en ocasiones puede confundirse con soberbia, Pattinson ha batallado también contra los prejuicios.
«Espero que la gente no los tenga conmigo. En aquel momento, no sabía muy bien hacia dónde iba a ir mi carrera. Y apareció Cronenberg, y yo ni siquiera era consciente de que podía trabajar con esa clase de cineastas”, contaba el actor hace justo un año en una entrevista a EL PAÍS sobre la decisión de abandonar el cine comercial cuando en su camino surgió protagonizar la película Cosmópolis.
Dos años más tarde, de nuevo de la mano de Cronenberg, compartió cartel con Julianne Moore y Mia Wasikowska en Maps to the Stars. Grabó Z, la ciudad perdida y luego High Life, de la cineasta francesa Claire Denis; y el año pasado estrenó El faro y The King.
“Prefiero quedarme haciendo películas que intentan llegar a lugares interesantes con directores que admiro, un cine que me ha cambiado la vida. En realidad, no sé cuánto aguantaré así, ni cuántos productores piensan aún que con mi nombre aún pueden atraer a parte del público de Crepúsculo», admitía en la misma entrevista con este periódico.
Considera que ha madurado y reconoce estar muy cómodo en su función de actor, por lo que no valora dar el salto a la dirección, otro de sus sueños. «De joven pensaba que acabaría dirigiendo, y ahora sé que no puedo, que soy demasiado desorganizado, y la mayor parte del trabajo de los directores es organizar.
Yo soy incapaz de imponerme, tiendo a pactar con todo el mundo». En el terreno personal, atrás quedó la presión que vivió durante su romance con su compañera en Crespúsculo, Kristen Stewart.
Stewart y Pattinson formaron una de las parejas más deseadas y aclamadas de Hollywood durante la promoción de la famosa saga de películas de vampiros cuyo final en las pantallas supuso también el declive de la relación sentimental entre sus dos protagonistas.
Nunca se supo a ciencia cierta cuánto tiempo estuvieron juntos, pero la primera vez que ella se pronunció sobre su relación fue, precisamente, cuando terminó, después de que en el verano de 2012 se hicieran públicas unas íntimas imágenes de la actriz con Rupert Sanders, el director de la película que entonces comenzaba a grabar, Blancanieves y la leyenda del cazador.
«Lamento profundamente el dolor y la vergüenza que he causado a mis seres queridos y a todos los que se han visto afectados.
Esta indiscreción momentánea ha puesto en peligro lo más importante que hay en mi vida, la persona a la que más amo y respeto, Rob. Le quiero, le quiero, lo siento mucho», dijo entonces la actriz en un comunicado.
Tras esto, Pattinson no ha cesado en su empeño de blindar su vida privada. Se comprometió con la cantante británica FKA Twigs en 2014, pero su relación acabó en 2017, y desde el pasado verano los tabloides lo emparejan con la actriz y modelo inglesa Suki Waterhouse.
Su imagen es muy codiciada por las marcas y excepto algunas colaboraciones esporádicas, en su mayoría solidarias, Pattinson guarda fidelidad a Dior, la firma de la que es embajador desde 2013.
Ahora es considerado el hombre más guapo del mundo según las matemáticas. La designación se hizo mediante el uso de The Golden Ratio of Beauty Phi, una ecuación matemática desarrollada por los griegos para medir la belleza que los artistas del Renacimiento aplicaban para crear sus obras de arte.
El actor cuenta con el 92% de esa perfección y detrás de él han quedado otros intérpretes como Henry Cavill, Bradley Cooper y Brad Pitt.
Después de haber conquistado el cine de autor y rehuir de Hollywood, Pattinson abraza de nuevo a la industria cinematográfica y vuelve a apostar por los taquillazos encarnando al nuevo Batman, un rodaje que comenzó hace solo unas semanas.
“Las posibilidades de que yo encabece un proyecto así [una superproducción] son realmente bajas”, dijo el actor en 2019 a EL PAÍS. Robert Pattinson parece haber cambiado de opinión para ponerse la máscara de superhéroe, aunque solo sea sobre la pantalla.