China registra una vacuna contra el Covid-19 y asegura puede comenzar la producción a gran escala
China ha registrado en su oficina de Propiedad Intelectual una de sus propuestas de vacuna contra la covid para empezar a producirla “en masa en un breve periodo de tiempo”, según se ha anunciado este lunes sin especificar el plazo exacto.
El proyecto patentado se encuentra en su tercera fase de pruebas, la última antes de su implantación.
Esta vacuna ha sido desarrollada por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics. Tras los ensayos entre militares del ejército del gigante asiático, países como Arabia Saudí, Rusia, Brasil y Chile se han ofrecido para ser sede de las últimas pruebas.
Los resultados “esperanzadores” de esta vacuna, al contrario que la rusa, cuya investigación sigue sin hacerse pública, sí fueron sometidos a examen en una investigación publicada a finales de julio en la revista The Lancet.
“La patente es una garantía que confirma la eficacia y seguridad de la vacuna”, ha asegurado CanSino en un comunicado, en el que añade que están preparados para su producción masiva, sin especificar fechas, por ser “rápida y fácil” y capaz de inducir al cuerpo “a generar una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo”, según recoge el periódico cantonés Southern Metropolis.
La investigación publicada en julio en The Lancet recogió que, tras los primeros ensayos de mayo, se hicieron pruebas en 508 personas con resultados positivos.
No obstante, la tercera fase, con miles de voluntarios, continúa abierta.Esta vacuna usa un adenovirus del resfriado común (Adenovirus tipo 5, Ad5-nCoV) para introducir en las células humanas información genética del coronavirus, con las instrucciones para fabricar solo algunas de sus proteínas virales y generar una respuesta inmune sin riesgo de padecer la enfermedad.
Ha sido desarrollada con la colaboración de la Academia Militar de Ciencias a raíz de una vacuna contra el virus del ébola que obtuvo una licencia provisional en 2017.
El proyecto ha sido liderado por la bioingeniera militar Chen Wei, una de los científicos más conocidos del país y quien aterrizó en Wuhan el pasado enero con instrucciones de encontrar remedio al virus, entonces recién descubierto.
El registro internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha contabilizado 167 vacunas experimentales contra la covid. Un total de 29 están en fase de evaluación clínica y seis en los últimos periodos de experimentación.
Las vacunas experimentales se diseñan en cultivos de células humanas y en animales de laboratorio, pero después deben demostrar que son seguras y eficaces en pruebas en personas.
El primer ensayo en humanos, denominado fase 1, incluye a unas decenas de voluntarios sanos y sirve para descartar efectos graves.
En la fase 2, ya con cientos de personas, los científicos vigilan los efectos adversos, analizan las defensas generadas (glóbulos blancos y anticuerpos) y calculan la dosis adecuada. Solo la fase 3, con decenas de miles de participantes, puede demostrar que la vacuna es realmente segura y eficaz.
El desarrollo de una vacuna suele requerir unos 10 años, aunque el récord en el siglo XXI lo posee la farmacéutica estadounidense MSD, cuya inyección contra el ébola solo necesitó cinco años desde el inicio de los ensayos en humanos en 2014 hasta su autorización en 2019.