Cuidados de la piel, antes, durante y después del sol
La piel es el órgano vital que primero se ve. Es muy extensa y tiene varias funciones, nos protege del medio ambiente, contribuye a asegurar el organismo humano, su vida y salud.
Este órgano es para el dermatólogo como un espejo a través del cual nos damos cuenta si la persona está en salud o si padece trastornos psicológicos, así como manifestaciones de enfermedades internas.
En los niños, su delicada piel está cubierta de finísimos vellos cuando son recién nacidos, luego al ir madurando veremos que esa lisura se sustituirá por pliegues más grandes.
En la pubertad los vellos corporales se convierten en pelos de longitud variable en genitales, axilas, barba y bigotes.
En la cara presenta mayor cantidad de grasa. A medida que envejecemos se va perdiendo la elasticidad de la piel y además, hay pérdida de agua y la piel flácida presenta múltiples pliegues y arrugas. El pelo pierde su pigmentación y disminuye su cantidad.
En los climas tropicales donde hay calor y humedad, la piel está más expuesta a las infecciones bacterianas y parasitarias, contrario a los países fríos donde las dermatitis, a veces invalidan a las personas.
Debemos ingerir alimentos que nos ayuden a mantener una piel sana y estar en salud, como ejemplo la dieta mediterránea que consiste en pescado, vegetales, frutas, aceite de oliva y ejercitarnos diariamente, además de la higiene diaria.
No olvidar hidratar y tonificar nuestra piel, no olvidemos los filtros solares, gafas y sombreros cuando nos expongamos al sol.
Los daños que causan las radiaciones solares van desde un simple eritema o enrojecimiento de la piel, manchas oscuras y claras, verrugas (queratosis actínicas) envejecimiento prematuro, hasta el terrible cáncer de piel, teniendo en cuenta que también hay sensibilidad al sol que se manifiesta de diferentes maneras.
En nuestro país, en las épocas de primavera y verano debemos usar ropas de tejidos frescos como el algodón, sombreros o gorras, tomar mucho líquido y además, usar un buen protector solar.
Recuerde proteger a su familia de los rayos solares desde los seis meses de edad.
Es recomendable no exponerse al sol entre las diez de la mañana hasta las tres de la tarde, porque en este tiempo los rayos solares llegan con más intensidad a nuestra bella tierra.
Es importante el uso de un protector solar a prueba de agua, de manera que el sudor o los chapuzones en el río, playa o piscina no lo eliminen de la piel rápidamente. El hábito en el uso de los protectores solares se relaciona con el cepillado de los dientes, es decir, aplicarlo en la mañana en todas las áreas expuestas al sol, incluyendo el cuero cabelludo en personas con calvicie.
Haga un hábito en el uso del protector solar aún bajo techo y si permanece bajo luz fluorescente.
Disfrute nuestro clima, nuestras bellas playas y ríos con precauciones y su piel no sufrirá deterioro y la posibilidad de cáncer de piel será mínima.
Recuerde que el mejor filtro solar solo dura una hora, o sea, que es necesario renovarlo si va a durar mucho tiempo expuesto al sol.