Más de 100 muertos y cuatro mil heridos en las explosiones en el Líbano

Al menos dos fuertes explosiones se han registrado este martes en Beirut, la capital libanesa, causando decenas de muertos y miles de heridos, además de cuantiosos daños materiales.

Esto es lo que se sabe hasta el momento de la tragedia, que ha sido calificada por el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, de «desastre nacional parecido a Hiroshima».

La primera explosión se produjo cerca del puerto de la ciudad poco después de las 18:00 (hora local). Pronto aparecieron informaciones de otra explosión cercana al lugar donde se registró la primera.

Las víctimas
El Ministerio libanés de Salud sitúa en más de 100 los muertos y en más de 4.000 los heridos que deja el incidente. Entre los fallecidos se encuentra el secretario general del partido político de las Falanges Libanesas, Nazar Najarian.

Poco después de las explosiones, trascendió que los hospitales estaban saturados y que los heridos estaban siendo enviados a hospitales fuera de la capital.

El primer ministro del Líbano, Hassan Diab, ha decretado un día de luto nacional este miércoles por las víctimas de la explosión. Los daños
Imágenes obtenidas por residentes locales evidencian los graves daños causados por las explosiones en el interior de edificios, así como calles devastadas.

El gobernador de Beirut afirmó que las explosiones han afectado, aproximadamente, a la mitad de la capital.

Las detonaciones dañaron también el aeropuerto internacional situado a varios kilómetros de distancia del epicentro. El impacto del estruendo fue tal, que incluso se llegó a sentir en Limasol, Chipre.

Por su parte, sismólogos jordanos compararon la potencia de la explosión con la de un terremoto de magnitud 4,5. El Consejo de Defensa Superior del Líbano ha declarado Beirut como zona de desastre.

Las causas
En un primer momento, el ministro de Salud, Hamad Hassan, atribuyó las explosiones a un barco que transportaba fuegos artificiales. Sin embargo, las autoridades pertinentes descartaron la versión de la pirotecnia.

El jefe de seguridad interna del Líbano, Abbas Ibrahim, declaró que el suceso se produjo en una sección que albergaba materiales «altamente explosivos». Además, se negó a especular sobre la causa de la detonación, asegurando que «no se puede adelantar a las investigaciones».

Por su parte, Israel afirmó que el Gobierno del país no tiene nada que ver con la explosión. También ofreció ayuda humanitaria y médica al Líbano a través de canales internacionales, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí.

Por su parte, fuentes cercanas al movimiento libanés Hezbolá desmintieron las informaciones sobre un supuesto ataque israelí lanzado contra su almacén de armas en el puerto de la capital del Líbano.

Según el medio local LBCI, las conclusiones preliminares de las autoridades libanesas sitúan en el origen de la explosión unas 2.700 toneladas de nitrato de amonio que llevaban almacenadas en una bodega del puerto de la capital desde 2014.

Entretanto, expertos militares estadounidenses creen que la explosión no parece un accidente y sugieren que «una bomba de alguna clase» podría hallarse en el origen de la misma, según lo afirmó este martes el presidente de EE.UU., Donald Trump, en una rueda de prensa en la que calificó lo ocurrido de «ataque».

Reacciones internacionales
Las reacciones internacionales por el desastre en el Líbano no se hicieron esperar. El Departamento de Estado de EE.UU. expresó su solidaridad al país árabe, al que ofrece «toda la ayuda posible», mientras sigue de cerca la situación para determinar si hay ciudadanos estadounidenses entre las víctimas.

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