Renuncia el embajador de México en Argentina tras ser acusado de robar un libro

El canciller Marcelo Ebrard anuncia que el diplomático, que se retira por motivos de salud, se encuentra bajo «tratamiento neurológico»La polémica que rodeaba al embajador de México en Argentina, Ricardo Valero, ha llegado a un inesperado final.

Valero, que había sido acusado de robarse un libro en Buenos Aires el pasado 26 de octubre, ha abandonado su cargo tras nuevas acusaciones de robo y dar a conocer que padece problemas de salud, ha informado este fin de semana la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

La «actitud impulsiva» y la «pérdida de juicio» de Valero están asociadas a un síndrome frontal, que el embajador ha vuelto a padecer siete años después de que se le extirpara un tumor cerebral y que no le permite seguir en su puesto, consta en un parte médico divulgado por las autoridades mexicanas.

A Valero, de 77 años, se le ordenó regresar a México el pasado 8 de diciembre tras la filtración de un vídeo donde se le veía supuestamente robando una biografía de Giacomo Casanova en la librería El Ateneo Gran Splendid, una de las más emblemáticas de Buenos Aires.

«En caso de comprobarse que el robo es veraz, será separado de inmediato de su cargo», señaló entonces la Cancillería. El suceso ocurrió el pasado 26 de octubre, un día antes de las elecciones presidenciales, y le mantuvo retenido por la Policía durante horas.

En el vídeo tomado por las cámaras de seguridad del establecimiento, que fue difundido por medios locales, se ve cómo el diplomático —que fue ratificado como embajador en Argentina el pasado abril— llega a la librería y toma un libro de una estantería, para después ocultarlo entre las páginas de un diario.

Las críticas contra el diplomático y el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no se hicieron esperar, en especial por la política anticorrupción de esta Administración y la aparente contradicción de mantener a Valero en el cargo, con consecuencias negativas en la imagen internacional de México.

En los últimos días, en la Cancillería mexicana se empezó a barajear la hipótesis de que no era un problema en la ética del embajador, sino de salud.

El canciller, Marcelo Ebrard, lo ha confirmado en su cuenta de Twitter al señalar que el diplomático se encuentra bajo «tratamiento neurológico». La Cancillería ha comunicado, tras desearle «una pronta recuperación», que Valero «continuará su tratamiento con el apoyo de su familia».

«A la luz de los acontecimientos recientes en Buenos Aires, Argentina y revisando retrospectivamente la presentación de algunas conductas (que en su momento no fueron llamativas), como infracciones de tránsito frecuentes en México, mal manejo de su tiempo y algunas dificultades en sus relaciones personales, se estima que ha estado presentando en forma gradual una reactivación del síndrome frontal», concluye la carta médica con fecha del pasado 17 de diciembre.

La doctora de Médica Sur, un conocido hospital al sur de Ciudad de México, agrega en el documento que estos problemas se habían presentado al menos desde el último año y medio, pero que no habían parecido mermar su capacidad para ser representante del país en el extranjero.

El último episodio del que se acusaba a Valero se produjo en el aeropuerto internacional de Ezeiza, el mayor de Buenos Aires.

El embajador cometió el supuesto robo de unas camisetas antes de abordar el avión de regreso a México.

En la aeronave también se encontraba Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación (ministra del Interior) que había acudido a la capital argentina para representar al país en la toma de protesta de Alberto Fernández, el nuevo presidente del país sudamericano.

Pese a la presión mediática y en las redes sociales, la reacción mayoritaria de sus colegas y jefes fue de sorpresa y extrañamiento por sus acciones recientes y los señalamientos por cleptomanía.

El libro que Valero quiso robarse, por ejemplo, tenía un valor de 10 dólares. «Se trata de una persona con una trayectoria limpia», dijo López Obrador el pasado 9 de diciembre: «que no haya linchamientos».

Valero es un diplomático mexicano de carrera, que ya fue embajador de México en Chile de 2001 a 2004 y que en abril de 2019 fue ratificado como responsable de la legación de Argentina.

Egresado del Colegio de México, donde tiene una maestría, Valero ha sido docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde es investigador de tiempo completo del instituto de investigaciones jurídicas.

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