Un batallón, civiles y exmilitares, se juramenta en el PLD y se compromete a llevar al partido morado al poder en el 2024
Santo Domingo.- El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) juramentó a varias personalidades, quienes se comprometieron a trabajar por el retorno al poder y la transformación y fortalecimiento de esa organización política.
Los nuevos dirigentes del PLD son el empresario y ex dirigente del Directorio Reformista, Milton Ginebra, el también empresario santiaguero Asiaraf Serulle, la ex candidata a alcaldesa por Baní, Mabel Castillo, el deportista Manuel Guzmán y la ingeniería Claudia Franchesca de los Santos.
Entre los recién juramentados estuvieron, además, Marino Collante, Nayib Chaede, Rafael Franjul, junto a los también ex reformista Francisco Díaz, Jhonatán Franjul y Roberto Ramos.
Llegaron a las filas del partido de la oposición, los exministros de Defensa, almirante Sigfrido Pared Pérez, Máximo William Muñoz Delgado y Rubén Darío Paulino Sem.
Ginebra, empresario y ex regidor en varios períodos por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), proclamó que ingresaba al PLD para trabajar en su transformación y sin deseos de ocupar espacios ajenos.
Explicó que decidió dar el paso de dejar el partido al que perteneció desde sus 18 años por ser un gran admirador del presidente Danilo Medina y las obras de sus ocho años de gobierno.
“Yo quiero que vuelva el PLD, porque quiero que vuelvan las visitas sorpresa a este país. Que haya más CAID, más centros de atención permanente a los niños, que la pobreza se siga reduciendo en el campo, porque cuando Danilo llegó la encontró en un 45% y la bajó al 23%”, exclamó Ginebra.
Agregó que apoya el retorno del PLD para el 2024 porque quiere que el país recobre el crecimiento de su Producto Interno Bruto, que promedió 6%, así como la reducción de la pobreza extrema en los ocho años de la presidencia de Medina.
“Se crearon 900 mil empleos en el gobierno de ese titán en la República Dominicana”, dijo el ex reformista juramentado en el PLD.
Recordó que fue en el gobierno de medina la renegociación con la minera Barrick Gold que hasta al actual gobierno perremeísta está beneficiando.
“He seguido con orgullo a dos presidentes: Joaquín Balaguer y a Danilo Medina”, enfatizó Ginebra.
En tanto que Asiaraf Serulle dijo que se motivó a ingresar al PLD porque desde los cinco años tomó consciencia de lo que significa ser peledeista al ver los afanes paternos siguiendo al profesor Juan Bosch, sembrador de valores, ideales y disciplina “para poder servir desde su partido al pueblo”; así como el significado del sacrificio de su militancia por el bienestar de la nación.
“Eso fue lo que vi mientras iba creciendo. Eso aprendí del partido, que pretendía educar y disciplinar a sus miembros”, agregó Serulle, hijo del laboralista Julia Serulle.
Como compromiso del partido morado, dijo el reencontrarse con ideales, valores, y la necesaria transformación y adecuación en la que se sustentó su creación.
Sugirió mezclar la sangre nueva con la experiencia de los hombres y mujeres que marcharon junto a Juan Bosch.
Mientras que la ex candidata a alcaldesa en Baní por la alianza de la Fuerza del Pueblo y el Partido Reformista, Mabel Castillo, estimó un altísimo honor manifestar en nombre de los juramentados su gratitud a la dirección política por el vistoso acto con que se les recibía en las filas del PLD.
Dijo que al iniciar el camino dentro del PLD estaba dispuesta a reafirmar su historia de superación y de sentimiento apasionado por la actividad política como instrumento de servicio.
“La nueva generación reconoce que aparte de la militancia política es necesario evaluar la militancia social de nuestros representantes barriales y comunitarios, por su incidencia electoral”, sostuvo Mabel Castillo.
En tanto, Claudia Franchesca de los Santos, de familia proveniente del reformismo, manifestó interés, convencimiento y pasión en seguir aportando al progreso del país.
“Por eso acudimos a esta honrosa convocatoria que nos hace el ex presidente Danilo Medina y el PLD”, dijo.
Destacó el sólido liderazgo de Medina, a quien le atribuyó la más extraordinaria obra de gobierno durante el tiempo que lleva la democracia post trujillista, al tiempo de apostar por la fortaleza partidaria.