Santo Domingo.- El presunto secuestrador de un niño y una mujer en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, habría sido ejecutado por el teniente coronel de la Policía Nacional que vestido de sacerdote, acudió al lugar luego de un pedido del propio supuesto delincuente de un religioso y periodistas para entregarse a las autoridades.
José Antonio Reyes Uyola (El Gordo o King), fue muerto de un tiro en la cabeza que le realizó el teniente coronel solo conocido como Lira, en el momento menos esperado, sin ningún forcejeo, un tanto distraído, y cuando el ambiente estaba en absoluta calma.
El hecho ocurrió en el sector denominado La Cruz del municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, la mañana del viernes.
Reyes Uyola, según una transmisión en vivo por las redes sociales, se observa sin nervios, hablando amigablemente, y afirmar, que en una ocasión le entregó el arma que portaba a la señora que se había denunciado como secuestrada para que le propinara un tiro, “para que ella matara”, pero la mujer se negó a disparar.
“Ven acá Yoly, que te voy a pedir perdón delante de la cámara, y tu esposa, ni tu hijo no tienen ningún daño, ni un dedito le he puesto encima; ¿verdad que no? No tienen un tiro por parte, yo tiré un tiro para allá para que la policía vea, tu vez”, expresa el hombre en puro campesino cibaeño.
Oriundo de Maimón, provincia Sánchez Ramírez, le dijo a Yoly, que era el dueño de la vivienda que no esté nervioso, porque estaba dispuesto a suicidarse, en vez de hacerle daño a su familia.
Aclaró que no mató a Cacón (Heriberto Santana Evangelista), encontrado enterrado en estado de putrefacción en una loma de Cotuí.
Admitió que le iba a disparar en la calle a un hombre, pero que le dijo que es pollero, por lo que lo dejó ir, aunque afirma que sí “prendió en fuego a otros que se pasaron de listos”.
“Aquí había personas que creían que yo era una oveja, pero le salió un lobo”, afirmó.
Le pidió al impostor de sacerdote que ore, pero aclaró que no cerraría los ojos para orar.
La transmisión en vivo llegó a tener más de diez mil personas conectadas en varias ocasiones.
“Señores, yo les pido perdón por este medio, pero ese niño y esa mujer, no tienen ningún golpe. ¿tiene algún golpe amor? Te pasé la pistola ahorita para que tú me mates, no es verdad, te di la pistola para que me mataras y tú no hiciste nada, porque ahí salen hablando pila de disparate, que uno es un abusador”, expresó el supuesto secuestrador.
La mujer, con el niño en los brazos, aunque un poco asustada, admitió que Reyes Uyola le había dado la pistola y que no le había puesto la mano encima.
“Yo actué, pero con las personas que me querían matar a mí, y le hago un llamado a esas personas, que yo no tengo nada en contra de ellos, porqué, porque yo no fui que maté al familiar de ellos, yo no fui, y aquí todo el mundo lo sabe, por qué me quieren echar ese muerto a mí, padre, porqué, eh manito, si yo lo que soy es bien; usted puede salir por ahí”, se preguntaba sin respuesta El Gordo o King.
Dijo su nombre, José Antonio Reyes Uyola, pero que cuando llegó al pueblo, se autodenominó King, para que no lo conocieran por su verdadera identidad.
“Desde que me trajeron aquí, hay una persona que le dicen Mofler, que es la única persona de aquí que sirve, él es ladrón y de todo, pero es el único que sirve por aquí, porque no es traicionero”, fue la última expresión de Reyes Uyola.
Cuando hablaba tenía los audífonos puestos, pero alguien de la comisión que había pedido, le solicitó retirarse los aparatos de los oídos, y en esa distracción le fue disparado en la cabeza.