Luego de elecciones para primarias de brinco y medio, que gane el mejor

La República Dominicana ha vivido una campaña electoral a destiempo como nunca antes, y ojalá, que el seis de octubre, la sangre no llegue al río, donde no haya vencidos ni vencedores y que esas primarias se conviertan en una fiesta de la democracia de las dos principales organizaciones, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM).

En cada provincia, serán escogidos los candidatos a senador, diputados, alcaldes, regidores y presidentes de juntas distritales. En embargo, las aspiraciones de Leonel Fernández y Gonzalo Castillo, en el PLD, así como Luis Abinader e Hipólito Mejía, en el PRM, han mermado las demás precandidaturas.

La población espera un comportamiento ejemplar, no de los votantes, sino de los precandidatos, a pesar de las advertencias hechas por la iglesia católica, quien llama a la mesura, la concordia y el entendimiento ese seis de octubre.

La campaña que se lleva a cabo, a pesar de las prohibiciones de la Junta Central Electoral (JCE), ha llegado a un climax, que ojalá, en esta última semana, donde los ánimos se caldean, cuando hierva la sangre, cuando la cuerda duela, se tenga la capacidad de contar hasta 20 y comenzar de nuevo.

A lo interno del PLD, partido de Gobierno, es donde la situación podría ser peor, por el triunfalismo exhibido, muchas veces, en ambos lados, en seguidores de los precandidatos Fernández y Castillo.

Estos dos precandidatos del partido oficial, han demostrado la ostentosidad, muchos recursos económicos, por lo que es donde más, sus líderes, deben aconsejar a sus bases, porque el que gane necesitará al que pierda el lunes siete, si es que no quieren dejar el poder a un opositor que no hay forma de levantarse, el PRM.

Hipólito Mejía va a la guerra, pero si pierde, diría que le hicieron ¨coca¨, y su futuro en el PRM será incierto, luego del seis de octubre, porque ha trabajado para ganar, ha inscritos a sus seguidores, pero según las encuestas, no sería favorecido con el voto, llevándose el triunfo, su contrincante, Luis Abinader.

Esperemos que todo transcurra en paz, que en el PLD, quien obtenga la mayoría, Leonel o Gonzalo, enfrente sin problemas en mayo del 2020, a quien gane entre Hipólito y Luis, porque, a la postre, la vida continúa y el mundo no se acaba el seis de octubre.

Hipólito y Leonel estarían obligados ganar; este sería sus últimos cartuchazos, pero si no salen victoriosos, podrían ser los libros de consultas de Gonzalo y Luis, quienes si pierden, tienen un mundo por delante, porque si no lo logran ahora, podrían tener un después promisorio.

El mundo no se acaba el seis de octubre, la vida continúa, y mañana, cuando las aguas vuelvan a su caudal, sabríamos donde fallamos y que hicimos bien.

A la carga, vamos todos juntos, a paso de vencedores, porque falta mucho por hacer, y esperamos que se haga, lo que nunca se ha hecho.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más Aceptar Leer más

Privacidad & Cookies Politica