No permitamos que el narco y delincuentes continúen en el Congreso y ayuntamientos de RD
Ahora, los partidos políticos tienen bajo sus hombros, escoger sus mejores hombres y mujeres para presentárselos a la población en las elecciones del próximo año para que sean electos o rechazados.
Desde hace par de períodos electorales, la Junta Central Electoral (JCE), le ha dado la potestad a la ciudadanía para que escoja a sus representantes, dividiendo las elecciones, pero según los resultados que hemos tenido, la ciudadanía, también se ha equivocado, porque no ha elegido lo mejor.
En la presentación de candidatos, lamentablemente, no han sido seleccionados los mejores de todos, no se han seleccionado, en la mayoría de los casos, los mejores representantes de cada comunidad, sino los peores.
Muchos han resultado ser lacras sociales, delincuentes comunes que adquieren un poder extra, “legalizado”, por una población que, en campaña, vota por un picapollo, un jugo de naranja y una botellita de ron.
Las primarias en los partidos políticos, son el primer cedazo que se nos presenta para que escojamos a nuestros mejores representantes, y si alguna lacra humana, piensa esconderse en la política para pasar, sin importar el dinero que tenga, estemos preparados para el día de las elecciones, digámosle no, tú jamás serás mi representante en el Congreso o el ayuntamiento.
Es vergonzoso que República Dominicana tenga un legislador preso en Miami, Estados Unidos, acusado de dirigir una red internacional de narcotráfico, y todo transcurra, como que no pasa nada.
Es vergonzoso que, en esa Cámara de Diputados, en ese Senado de la República, tengamos representantes que no pueden entrar a los Estados Unidos, unos porque tengan impedimento de entrada, y otros, porque temen que, si pisan tierra norteamericana, podrían quedarse.
Es penoso que un legislador sea sometido a la justicia, por invadir y despojar de sus propiedades turísticas a sus dueños, en la región Norte de República Dominicana.
Es penoso y vergonzoso que el esposo de una diputada y un hijo de la pareja, regidor, hayan estado presos y estén sueltos porque pertenecen al partido oficial, y nadie dice nada.
Y si vamos a una provincia de la región Este, la situación se repite, y al final podríamos afirmar, que tenemos un Congreso de narcos y estafadores, lo que debemos evitar continúe a partir del 2024.
Y lo más preocupante del caso, es que esa manada de “delincuentes con corbatas”, sean del Partido Revolucionario Moderno (PRM), la organización que gobierno, y para las “bocinas oficialistas”, son honorables.
No podemos tirar la piedra y esconder la mano. No podemos repudiar a fulano o sutano porque en el pasado haya estado involucrado o haya caída en asuntos del narco, lo peor es que prohijemos hoy a un candidato o candidata, sabiendo que, de forma directa o indirecta, esa persona, esposo o esposa, es con reconocido narcotraficante.
Evitemos que Barahona o cualquier otra provincia, mañana sea noticia, porque uno de sus legisladores, tiene vínculos directos con el narcotráfico.
Tenemos tiempo para evitar que Barahona viva momentos, de forma negativa, igual que los que ha padecido La Vega.
Estemos con los ojos abiertos y digámosle no a esos políticos rancios, maníos, retrógradas y desfasados, que nos quieran imponer candidatos que mañana podrían ser más mal que bien a nuestra Barahona, región Sur y República Dominicana.